La ORGANIZACION DE NACIONES UNIDAS premia al gobierno y castiga al pueblo de Cuba. Por Oswaldo Payá

EFE

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A veces puede hablarse de acciones de tortura, por el daño que causan a la persona, a su salud corporal y psíquica, cuando los torturadores quieren obtener información mediante la intimidación.
No quiero hablar de conceptos sino de personas reales y aquellos prisioneros que por ser muchos, no los menciono a todos, pero que se sepa que todos están en condiciones crueles en inhumanas y en prisión injusta.
Aunque la prisión cruel y degradante se aplica en Cuba a decenas de miles de hombres y mujeres prisioneros comunes y políticos. Algunos ejemplos de estos últimos son Regis Iglesias, Tony Díaz, Pedro Pablo Álvarez, Nelson Aguiar, Pablo Pacheco, el abogado y exoficial Rolando Jiménez, Efrén Fernández , Luís Enrique Ferrer, Ricardo González, el Doctor Alfredo Pulido, Antonio Villareal, Librado Linares, casi ciego y con menos de la mitad del estómago funcionando, Normando Hernández entre otros tantos muy enfermos.

A todos los prisioneros políticos cubanos la prisión injusta y cruel les está consumiendo la salud y la vida.

A estos que en Cuba están en prisión por defender los derechos humanos, no hay información que sacarles por la fuerza, pues ya desde la calle proclamaban su secreto, “queremos la libertad y los derechos para todos los cubanos”. Entonces los torturadores ya no tienen información que buscar, pero si, de parte de ellos y del gobierno que les manda, mucho odio y frustración que descargar sobre aquellos cuyos espíritus no han podido doblegar.

Entonces sin abandonar las acciones personalizadas de tortura, han pasado a la aplicación del “estado de tortura”, que ese castigo sádico sistemático, que causa daño psíquico y físico, deterioro de la salud y sufrimiento, lo único que de manera permanente y regulada, como parte de un proceso de destrucción de la persona.

Pero la injusticia y las violaciones no son sólo con los que se atreven a levantar su voz a favor de los derechos de las personas. La injusticia mayor es contra todo el pueblo, contra cada cubano, imponiéndoles una vida llena de miedo, de mentiras, de pobreza, de carencias de todo tipo, de desigualdades. Una vida marcada por la opresión en cada minuto y en cada dimensión de la existencia, excepto en la esa dimensión del alma con fe que no pueden someter.

Es necesario hacer aquí un alto, no para un comentario al margen, sino para una denuncia desde lo profundo de nuestro pueblo traicionado y humillado por la comunidad internacional, sepultado por la mentira de los tiranos y la complacencia de los cobardes que consagran la opresión y la violaciones de los derechos humanos en Cuba.

Según declaraciones del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, han recibido ” un premio ” de la Asamblea General de las Naciones Unidas. El gobierno cubano y su periódico Granma celebran lo que llaman con razón” un triunfo”, porque por 168 votos a favor y siete en contra, la Organización de las Naciones Unidas finalmente se rinde ante la fuerza de la opresión, abandona al pueblo de Cuba y bochornosamente promete un Consejo de Derechos Humanos, que no defenderá a los humanos, ya que hasta ahora está paralizado por la cobardía, intoxicado por la mentira y secuestrado por los tiranos del mundo.

Ahí tienen una propuesta de resolución que les propusimos en la que el primer acto honesto y coherente que tendría que dar este Consejo de Derechos Humanos: Exigir la liberación de los que en cuba están en prisión por defender, promover y ejercer pacíficamente los Derechos Humanos.

Pero ningún estado se atreve a presentar esa resolución, nadie quiere arriesgarse recibir la hemorragia de insultos y amenazas con que los opresores de Cuba han logrado silenciar a los que se dicen ” libres”. Los no alineados, antes alineados con el sovietismo y el maoísmo opresivos, ahora se alinean contra todo lo que pueda ser esperanza de derecho, justicia, reconciliación, verdad y libertad para Cuba.

Tal parece que desde las fosas de la oscuridad surgen los alaridos a coro de los filósofos y los paladines de las tiranías frustradas de todos los tiempos y gritan desesperados: “hipócritas del mundo, uníos”: Y así nació la horda numerosa, con gente de todos los oficios, para sostener la antiverdad que niega a los cubanos el derecho a los derechos.

En Cuba no sólo se violan los derechos humanos, si no que existe un estado de no derecho, en Cuba sus gobernantes no reconocen ni siquiera que estas violaciones existen y no demuestran ninguna voluntad de superar esta situación de falta de derechos.

En Cuba hay cientos de prisioneros políticos pacíficos sólo por defender los derechos humanos.

En Cuba la ley y el poder mutilan y anulan muchos derechos.

En nada ayudan la Organización de las Naciones Unidas, ni su Consejo de Derechos Humanos a la reconciliación, la paz y el entendimiento entre cubanos, ni a los cambios pacíficos que queremos todos los cubanos.

Durante décadas muchos han tratado de aplastar al pueblo cubano con el manto de la mentira, llamándole libertad a la esclavitud, justicia a la desigualdad y democracia popular a la tiranía que se apoya en l cultura del miedo.Han institucionalizado la opresión. La mentira se ha colocado la máscara de la verdad, para dejar a los cubanos sin la posibilidad de protesta, de denuncia, sin esperanza.

Pero si tenemos la esperanza, en Dios y en nuestra determinación de conquistar todos los derechos.

El pueblo de Cuba logrará la paz y los derechos, logrará la reconciliación, lo logrará por los caminos pacíficos, del perdón la justicia y la verdad. Los cubanos lograremos los derechos, la libertad y la paz, por nosotros mismos, con la solidaridad de los que quieran apoyarnos pacíficamente o sin ella.

Lo lograremos solos, inclusive con la mayor parte del mundo en contra, porque nos basta con saber que nosotros los cubanos también somos hijos de Dios y que por eso tenemos derecho a los derechos.

Oswaldo José Payá Sardiñas

Cooordinador del Movimiento Cristiano Liberación

La Habana, 19 de Noviembre del 2007

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