DEMÓCRATAS ANÓNIMOS. por Alberto Junco. Berlin 25 de abril de 2007

DEMÓCRATAS ANÓNIMOS

Durante cinco décadas, Cuba ha padecido un régimen comunista reconvertido actualmente en una dictadura militar hereditaria que mantiene el mismo sistema político y represivo heredados del comunismo, muy similar al de Corea del Norte. Pronto, debido al papel de protagonista económico alcanzado por el ejercito, es posible que derive hacia un régimen militar gobernado por una Junta de Generales, como ocurre en la antigua Birmania, donde la inversión extranjera adquiere un papel relevante; este es el caso de Total, cuyos intereses llegan a paralizar la política exterior francesa impidiendo una Posición Común por parte de la UE. Característico también de esta situación es que las nuevas elites del poder quieran conservar tanto sus privilegios como las posibilidades de enriquecerse y por ello se inclinen hacia tentadoras reformas, al estilo de las de Vietnam y China, que ya en Cuba son cada vez más visibles desde hace unos años.

Estos países mencionados y Cuba, al contrario de lo que sucedió con los países de la llamada Europa del Este, tienen en común un aislamiento geográfico que les permite mantener una impunidad en relación con sus asuntos internos. La experiencia nos dice que un régimen comunista aislado geográficamente puede ser prácticamente eterno ya que ni el estado de la economía ni la represión cruel son factores que provoquen un cambio político. De esta manera es posible adivinar el camino que seguirá Cuba, si no nos comprometemos con resolución y firmeza alcanzar nuestras metas de independencia y libertad.

Dejando a un lado las similitudes anteriores, encontramos algunas diferencias importantes al revisar nuestra historia y nuestra tradición.
Cuba fue democrática y quiere volver ha serlo, si se le da la oportunidad. El cubano, con un espíritu rebelde por naturaleza, rechaza las tiranías, y lo demostró históricamente con su larga lucha por las libertades durante el siglo XIX, así como contra toda dictadura durante el periodo republicano; esto ocurrió hasta la implantación del comunismo por Fidel Castro quién, engañando a una nación confiada, traicionó el anhelo de todo un pueblo comprometido, en aquel año de 1959, con un heroico intento de reinstalar un gobierno democrático.
Los demócratas de la isla tienen hoy un proyecto político que tomará forma paulatinamente por la falta de unas mínimas garantías ciudadanas, lo que nos obliga a solicitar un decidido apoyo de los gobiernos democráticos y de los demócratas de todas las tendencias: Socialistas, Liberales y Demócratas Cristianos. Este proyecto conocido como Proyecto Varela, y su referéndum, legalmente concebido y avalado por miles de firmas y decenas de sus promotores encarcelados, contempla la sustitución o derogación de las leyes que atentan contra los principios básicos de convivencia y libertad.

Exigir el referéndum, donde quiera que nos encontremos, es el comienzo de la restauración de la legitimidad democrática. Esta realidad y esta verdad fundamental, son compartidas por una gran parte de la ciudadanía que podemos calificar como Demócratas Anónimos.

Las dos últimas generaciones de cubanos, con una mejor visión de los dramáticos cambios del mundo en la últimas décadas y por ello más exigentes y expectantes, saben que el camino hacia el futuro, aunque plagado de incertidumbres, pasa por la necesidad de reinstalar un régimen democrático que garantice un futuro con derechos, oportunidades y libertad para todos.

Berlín, 25 de Abril 2007

Alberto Junco.

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