El Ideal Gallego “Que no digan que es bueno para nosotros lo que los gallegos no aceptarían ni diez minutos”. Oswaldo Payá

Entrevista a Oswaldo Paya en El ideal Gallego, 28 de enero de 2007. Por Carla Vidal

 Oswaldo Payá: “Que no digan que es bueno para nosotros lo que los gallegos no aceptarían ni diez minutos”El Parlamento Europeo le concedió el Premio Sajarov en 2002 por su defensa de los derechos humanos. Oswaldo Payá (La Habana, 1952), líder del Movimiento Cristiano de Liberación, se ha convertido en uno de los estandartes de la disidencia cubana frente al régimen castrista. Es el principal impulsor del Proyecto Varela, que trató de buscar, para la isla, derechos como la libertad de expresión, de asociación, o la liberación de los presos políticos. “Diálogo” y “cambio pacífico” son las palabras que más salen de su boca. Confiesa, al conceder una entrevista, que no va a negar que a veces tiene miedo. “Pero no tengo que presentarme como un superhombre, sino como humano que soy”, afirma. 

ENTREVISTA DE CARLA VIDAL Oswaldo Payá llama al Gobierno español y gallego a la reflexión ante al proceso que vive Cuba

La visita que acaba de realizar a Cuba una delegación del BNG encabezada por la vicepresidenta del Parlamento gallego, Tereixa Paz, y la diputada Olaia Fernández, no ha gustado a la disidencia cubana. (Ver noticia al final del artículo)
Uno de sus líderes, Oswaldo Payá, pide reflexión ante el momento “difícil” que vive la isla.

—¿Cómo ha visto la disidencia la visita del BNG?

—A Cuba vienen muchos políticos, intelectuales, artistas que hablan con superficialidad, sin tener en cuenta para nada la realidad que viven los cubanos. Cuando esto ocurre con españoles –ahora, con gallegos– es más incisivo, porque nadie puede pensar que estén desinformados: en España se saben a veces más cosas sobre Cuba que aquí mismo. Cuando vimos a esta delegación gallega por televisión, como la vi yo, la impresión es triste, por no decir ofensiva. Daban una muestra de superficialidad hablando de Cuba, de apoyo a Cuba, que es el lenguaje que se usa para decir apoyo al régimen, y de las maravillas –que no negamos, como la educación o la salud– pero omitiendo otra realidad. Esa parcialidad no ayuda para nada a Cuba en un momento tan difícil como éste, en que lo que se necesita es un cambio pacífico. 

—¿Le ha dolido en particular por ser de Galicia?

—No es que de otra zona de España me doliera menos. Pero es verdad que en Cuba lo más español que se conoce es lo gallego. Y es doloroso a estas alturas ver a personas que vienen de un país democrático que ha sufrido una dictadura y ha experimentado una transición, y se antojan con estas declaraciones en televisión, en prensa, y en mi mismo barrio, que ése es otro aspecto… Porque hay toda una historia rciente del gobierno de Galicia con Cuba especialmente alrededor de mi barrio.

—¿Pero a qué se refiere?

—En la parroquia del Cerro, donde nació nuestro movimiento, hace década y media que a unos parquecitos que tienen 200 años, le cambiaron el nombre por plaza de Galicia, para agasajar al señor Manuel Fraga… Las diputadas, si querían ver un poco más de Cuba, podían haber llegado unos metros más, a otra plaza, junto a mi casa, y ver los letreros amenazantes que pusieron los agentes de seguridad
y miembros del partido que se agruparon, en un festín represivo, provocándonos a nosotros y a mi familia, para marcarnos como pudiera estar un judío en la Alemania nazi.

—Y no fueron.

—No. Lo que vinieron a hacer lo hicieron; vieron lo único que querían ver, y después se proyectan públicamente con algo que no convence y desdice de ellas mismas. No quiero ofenderlas, pero sí las llamo a la reflexión, y al Parlamento, y a toda Galicia, no para generar polémicas partidistas, sino para que apoyen el diálogo entre cubanos sin esa parcialidad que no ayuda al cambio pacífico.

—De todos modos, en Galicia hay cierta simpatía hacia el régimen castrista, quizá porque Fidel se buscó un enemigo tan “fácil de odiar” como EEUU…

—Si los gallegos, que tienen tanta sangre por herencia en Cuba, cuando miran a Cuba les interesa más una figura y un sentimiento antinorteamericano que los derechos y la dignidad de once millones de seres humanos, les pregunto qué pensarían si alguien, por antagonismo con el comunismo, hubiese apoyado el régimen de Pinochet. Nosotros, perseguidos por los comunistas, siempre rechazamos todos esos regímenes. A aquéllos que miran con esa visión que puede acercarse a la colonial, de que a los cubanos les gusta el ron, el tabaco, las mulatas… no, no. Nosotros tenemos, por seres humanos y
descendientes de españoles y gallegos, tanto amor a la libertad y a los derechos. Y si quieren este régimen se lo cambiamos fácilmente. Que no digan que es bueno y digno para nosotros lo que los gallegos no aceptarían ni diez minutos.

—¿Qué opina de las empresas gallegas que tienen negocios con Cuba?

—No voy a hacer una cruzada contra ellas, pero me parece cínica la postura de quienes dicen que la presencia de empresas extranjeras en Cuba promueve el cambio. Ese experimento sólo ha respondido a los intereses de los que quieren ganar dinero sin importar en qué condiciones. Y para fundirse con los intereses del régimen. Creo que los empresarios tienen la obligación moral de exigir para los trabajadores cubanos al menos los derechos que tienen los de su país.

—¿Quiere decir que van a abaratar mano de obra?

—Mano de obra y, además, en unas circunstancias… El hecho de que un gallego, un extranjero, tenga derecho a tener un negocio en Cuba y un cubano no, eso es ser parte del régimen que excluye a los propios cubanos. Y a veces eso condiciona a esos empresarios para que influyan en los políticos…

—Se especula mucho sobre la salud de Castro, hay incluso quien cree que pudiera haber muerto ya…

—No voy a especular sobre un tema del que no tengo información..Estamos hablando de un ser humano y, como tal, a veces repugna un poco estar girando alrededor de su posible muerte. Primero por respeto, que, aunque sea nuestro adversario político y nos persiga ese régimen, no tenemos odio. Pero nadie puede negar que esto es importantísimo. Y ha sido un momento de verdadero desconcierto escuchar cómo en España hay toda una lluvia de información a través del médico del hospital Gregorio Marañón, que en Cuba no existe. ¿Cómo va a ser para los cubanos materia de secreto de Estado lo que en otro país se divulga así?

—¿Cómo valora, en este proceso de cambio, el papel del Gobierno español?

—Creo que hay una prudencia errónea, una toma de distancia que no corresponde al vínculo histórico entre los pueblos de Cuba y España.Lo que en otro país puede parecer indiferencia, en España puede significar complacencia. No basta con esperar a que pasen las cosas, mientras otros siguen apoyando al régimen. Por tanto, esa neutralidad se vuelve parcialidad. No quiero por esto una polémica partidista, sino una llamada a este gobierno, a España toda, que apoye la liberación de los presos políticos, la consulta popular democrática,… Y se mantenga el diálogo con Cuba, con toda Cuba. En este momento con la disidencia hay contactos pero no un diálogo establecido. Que España se involucre no significa injerencia. Hablamos de acompañamiento de España como hermana, amiga, pero si se limita a decir o dejar de decir sólo lo que al gobierno cubano no vaya a gustar, creo que no ayuda a Cuba. Y esto sólo podemos decirlo de España, de ningún otro país del mundo. 

Diputada Bloque nacionalista Gallego visita Cuba y manifiesta su apoyo a la dictadura

Esta visita nos alienta para defender a Cuba en Galicia y en toda España 

http://www.granma.cubaweb.cu/2007/01/25/cubamundo/artic01.html 

Expresaron dirigentes del Bloque Nacional Gallego reunidos ayer con Fernando Remírez, en el Comité Central ELSON CONCEPCIÓN PÉREZ  

Estamos alegres de conocer al pueblo y al Gobierno cubanos y somos conscientes de la voluntad de ustedes de defender su Patria y vencer todas las dificultades, comentó Olaia Fernández, integrante del Bloque Nacionalista Gallego y diputada al Gobierno español, durante un encuentro ayer con el secretario del Comité Central del Partido, Fernando Remírez de Estenoz.  Expresó que esta visita “nos refuerza, nos da un optimismo mayor para defender a Cuba, en Galicia y en toda España”. 

Por su parte, Tareixa Paz, vicepresidenta primera del Parlamento Gallego, manifestó que su agrupación política quiere fomentar la cooperación bilateral, establecer nexos más tangibles como expresión de solidaridad. Expresó que durante su estancia en la Isla los integrantes de su delegación han quedado impactados por la capacidad de la sociedad cubana para enrolar a toda la ciudadanía a la política educacional y de salud, lo que es una garantía, una clave del éxito que tiene la Isla en esas ramas. 

Remírez de Estenoz resaltó los vínculos históricos y familiares entre Galicia y Cuba, y les brindó una amplia información sobre distintos aspectos de la vida política y social en nuestro país. La delegación gallega, integrada por María Luisa Vázquez, invitada por la Asamblea Nacional del Poder Popular, sostuvo un encuentro también con José R. Fernández, vicepresidente del Consejo de Ministros, y con Ramón Pez Ferro, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del Parlamento. 

En el municipio del Cerro, los parlamentarios recibieron una amplia explicación del funcionamiento de los órganos del Poder Popular, y recorrieron un Policlínico Integral, antes del encuentro desarrollado en la Universidad de La Habana. 

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