Lanzan en la Feria del Libro de Gotemburgo, Obra Testimonial de Antonio Ramón Díaz Sánchez, preso de conciencia del MCL

Henrik Ehrenberg y Helén Richard

Nota introductoria: El pasado 23 de septiembre tuvo lugar, en el marco de la Feria del Libro de Gotemburgo, el lanzamiento de la obra 690. Vivencias de terribles pesadillas, de Antonio Ramón Díaz Sánchez, prisionero de conciencia de la causa de los 75. Se trata de un libro sumamente testimonial, de más de 300 cuartillas, recientemente editado por el Centro Internacional Democristiano Sueco, entidad de la cooperación internacional afín ideológicamente a la democracia cristiana de este país nórdico

En la plaza internacional de la feria librera, Henrik Ehrenberg, entrevistado por Helen Richard -ambos por cierto activistas democristianos con sobrada experiencia en los asuntos criollos- relató pormenores que hicieran posible la materialización de dicha obra, ofreciendo al mismo tiempo una vista panorámica del paisaje represivo en que el régimen comunista de Fidel Castro mantiene al correligionario Antonio Ramón Díaz Sanchez, restantes prisionero políticos y sus seres más queridos. Misceláneas de Cuba pone a disposición de los lectores la traducción literal de los 20 minutos que entonces se le asignaran a la pesadilla cubana (Para escuchar la grabación en sueco en formato mp3, presionar aquí):

Helén Richard (HR): Henrik es director de la revista El Democristiano que publica la Editorial Comunidad Social (Samhällsgemenskapens förlag), la cual también ha editado el libro 690, escrito por Antonio Ramón Díaz Sánchez, uno de los prisioneros políticos de Cuba. Henrik está con nosotros para contarnos la historia de Antonio, su vida y cómo su libro ha salido de la cárcel en Cuba a la Feria del Libro de Gotemburgo. Podríamos empezar preguntando ¿quién es Antonio?
Henrik Ehrenberg (HE): Estoy aquí porque Antonio se encuentra encarcelado en Cuba por sus ideas y actividades políticas totalmente pacíficas. Antonio ha sido una de las personas más activas en lo que se ha llamado el Proyecto Varela, la iniciativa pro democracia más conocida en Cuba en los últimos años. Antonio fue uno de los organizadores del proyecto, cuya idea es recoger firmas, tomar partido por la democracia y los derechos humanos. Se trata de firmar un llamado al cambio en la constitución cubana. Se ha demandado un referéndum para obtener elecciones libres y justas, libertad de prensa, derecho a crear partidos, empresas y para que los prisioneros políticos que no hayan hecho uso de la violencia sean amnistiados.

Por causa de esto, Antonio, junto con otras 74 personas, fue condenado en el 2003. Le impusieron 20 años de cárcel, oficialmente por ser miembro del Movimiento Cristiano Liberación y por tener una radio, con la cual escuchaba transmisiones desde el extranjero. Por ello fue condenado a 20 años de cárcel. Fue lo que yo llamaría un juicio estalinista, donde no conocía de que le acusaban hasta un día antes del juicio. Pudo encontrarse con su abogado 20 minutos antes del proceso para discutir como la defensa actuaría, siendo entonces, como ya se ha dicho, uno de los 75 condenados.

Antonio ha escrito después el libro 690. 690 es su número en la cárcel y el subtítulo es Vivencias de terribles pesadillas. Es un relato de su trabajo político y de la situación en la cárcel que se encuentra. Hemos decidido publicar este libro en Suecia, porque en Cuba es imposible y por ende, de no hacerlo nosotros, no estaría asequible a los cubanos.

HR: Por el momento el libro ha sido editado solamente en español, ¿por qué?

E: Le hemos dado prioridad al español, en parte porque lo ha escrito en su idioma y en parte porque cuando el libro sale a la luz por primera vez consideramos que debe ser simple y llanamente sus palabras. Debe ser posible para sus compatriotas leer sobre el destino de su vida, de la injusticia ha que ha sido sometido por el régimen cubano. Además, una gran cantidad de exiliados cubanos también tienen derecho a conocer su historia. Por eso hemos decidido primeramente publicarlo en español. Igualmente se trata de algo sentimental: hemos recibido este libro clandestinamente desde la cárcel, siendo escrito en los papeles que se han podido hallar en una prisión, y hemos recibido el pedido de su familia de publicarlo. Por ende, es natural que lo queramos publicar en español, de manera tal que también su familia vea que ha salido a la luz con las propias palabras de Antonio.

HR: ¿Cómo Antonio ha podido en la práctica escribir ese libro?

E: Uno escribe sobre lo que se encuentre. Luego tiene que esconderlo lo mejor que pueda. Naturalmente no queremos hablar cómo exactamente pudo sacar dichos papeles de la prisión, puesto que no queremos poner a nadie en riesgo ni obstaculizar que otros materiales puedan abandonar la cárcel en el futuro.

R: Tú te has encontrado con la familia de Antonio Sánchez, ¿podrías contarnos un poco cómo están ellos, ahora que Antonio se encuentra en la cárcel?

HE: Esto ha golpeado mucho a la familia. Lo mismo ocurre con todas las familias de los prisioneros políticos. Si uno tiene “el mal gusto” de estar casado o de vivir junto con un disidente, una persona que sea contrarrevolucionaria, entonces no tendrá ningún trabajo, se verá reprimido en su vida social, por parte de sus vecinos, de los comités locales de defensa de la revolución. Si uno quiere un trabajo en la Cuba comunista, donde todo es propiedad del estado, entonces tiene que tener una recomendación, y esa recomendación se recibe de alguien de, por ejemplo, la Unión de Jóvenes Comunistas o Comités de Defensa de la Revolución. Nadie escribirá una recomendación para un trabajo a quien esté casado con un disidente.

La esposa de Antonio nunca ha estado políticamente activa. Mucho menos sus hijos que son menores de edad, pero de todas maneras se ven afectados en la práctica, dado que su padre es prisionero político. Desde el punto de vista sentimental es muy penoso. Él está condenado a 20 años. La familia lo puede ver 2 horas cada tres meses. Es decir, ellos pueden encontrarse con su esposo y papá respectivamente 8 horas al año. Así deberá ser en el curso de 20 años y evidentemente para una familia es difícil saber si esto se cumplirá.

La esposa de Antonio es una de las que se ha involucrado en el destino de los prisioneros políticos. Ella le escribe cartas a Fidel Castro, al Partido Comunista y es parte de Las Damas de Blanco, una agrupación constituida por esposas de prisioneros políticos. Ellas se encuentran todos los domingos y vestidas de blanco van a misa en una de las iglesias para señalar su apoyo a sus esposos y realizar una protesta silenciosa contra el trato del Gobierno. Ellas han sido reprimidas por hacer eso. Ha habido grandes masas reunidas a las afueras de la iglesia cuando han salido; las han seguido por las calles, llamándolas, entre otras cosas, traidoras a la patria.

ambién podemos decir que la Seguridad el Estado visita las familias y les dice: Si ustedes reaccionan y protestan por estar presos sus esposos, si forman parte de Las Damas de Blanco, realizan este tipo de actos, si contactan a las embajadas extranjeras para hablar de la situación de sus esposos, ellos serán castigados. Los esposos encarcelados pueden en realidad ser castigados, por ejemplo, pueden perder el derecho a la asistencia médica. Esto es naturalmente muy penoso desde el punto de vista psicológico, pues quieren actuar a favor de sus esposos y padres pero se ven obligadas a vivir bajo amenaza de que en lugar de ello estos las pasarán peor.

HR: Antonio ya lleva encarcelado más de tres años, ¿cómo se siente ahora? ¿Cómo es su situación?
HE: Acorde a las circunstancias se siente bastante bien. Pero lo que le sucede a todas esas personas es que se enferman de una u otra manera. Ellos viven en condiciones físicas muy duras, no reciben comida suficiente, lo que lleva a que adquieran enfermedades debido a las carencias. También son maltratados por otros internos. Hay que recordar que en Cuba los prisioneros políticos no son ubicados en prisiones especiales, sino en cárceles donde se encuentran delincuentes comunes peligrosos: asesinos, violadores, personas violentas, etc. La dirección de los penales le dice a esas personas: “OK, ustedes le pueden hacer la vida difícil a esos prisioneros políticos, no pueden ser amigos de ellos, los deben maltratar.” Y cosas por el estilo. Siempre aparecen internos dispuestos a maltratar a los prisioneros políticos.

Algo trágico para los prisioneros políticos es que algunas personas han sido liberadas de la prisión. Todas han sido puesta en libertad condicional debido ha que se han sentido muy mal de salud. En la decisión de la libertad condicional aparece que están liberados por un año debido a la necesidad de atención médica. Por ende, arriesgan retornar a la cárcel de sentirse mucho mejor. Esto trae consigo también que muchos vivan en la esperanza de estar lo suficientemente enfermo para salir condicionalmente, encontrarse con su familia y quizás lograr escapar al extranjero.
HR: ¿Cómo vez las acusaciones contra los prisioneros políticos, de que en realidad son agentes y por ello están encarcelados?

HE: Según las cortapisas del régimen cubano, puede decirse que uno es traidor a la patria en cuanto hable o escuche transmisiones radiales extranjeras. Uno es traidor a la patria, si es dueño de una máquina de escribir, si tiene una máquina de fax, o si llama afuera para contarle cosas a la familia en el extranjero. En pocas palabras, es muy simple ser traidor en este tipo de régimen.

Estos prisioneros son reconocidos de conciencia por Amnistía Internacional. No hay ningún motivo para poner en duda a Amnistía. Si uno mira las condenas, notará que son estalinistas, irracionales. Se es condenado por tener una radio, o por ser miembro de una organización que oficialmente no existe porque está prohibida, y que es pacífica, por ejemplo, partidos políticos. Si uno trabaja por los derechos humanos en Cuba, se convierte en traidor a la patria. Igualmente si uno firma un llamado de cambio democrático en el país. Desde cualquier enfoque democrático, estas personas no serían en absoluto espías ni traidores a la patria.

HR: ¿Crees que el relato sobre Antonio tendrá un fin feliz?

E: En ese caso es necesario que el régimen cambie. Nada de lo que hoy se ve, indica que sea así. Al contrario, la represión contra el movimiento democrático ha crecido muchísimo, principalmente el último año. Lo que hace falta, diría yo, es ver desde afuera y reconocer a los que trabajan por la democracia en el país para transformarlo desde adentro. Los cubanos tienen buenas posibilidades de cambiar al país desde adentro, y esto con la ayuda del trabajo que por ejemplo realiza Antonio.

HR: Muchas gracias.

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