Castro: Entre las sospechas e incertidumbres

Un semanario alemán plantea la hipótesis de que, al no dar señales de vida, Fidel está muerto o incapacitado permanentemente
Agencias
Ocho días después de entregar temporalmente el mando del gobierno, el diario alemán Süddeutsche Zeitung dijo esta semana que mientras Fidel Castro no de señales de vida, toda la cúpula cubana se encuentra bajo sospecha de encubrir la muerte o la incapacidad del mandatario.
El rotativo expuso que las ‘grandes cabezas’ que controlan la isla se siguen escondiendo a una semana de que se diera a conocer, por medio de un comunicado, que Castro había sido sometido a una delicada cirugía intestinal y que entregaba el poder a su hermano Raúl, quien en todo este tiempo no se ha dirigido una sola vez al pueblo cubano.
Agregó el rotativo que si el régimen de La Habana dice la verdad y el comandante Fidel Castro se encuentra en verdad enfermo y en estado de recuperación, entonces es aún más sorprendente que en el curso de estos ocho días no haya dado señales de vida.
El presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, aseveró [el lunes 6 de agosto] que el jefe de Estado y de gobierno, ‘que se encuentra en estado de recuperación, participa de forma vital en el acontecer en Cuba y en la política mundial’, mencionó el periódico.
Sin embargo, el diario alemán cuestionó: ‘Pero si así fuese, entonces el Comandante hubiera podido enviar un breve mensaje al pueblo desde su aposento, una señal de ánimo para el enorme aparato del poder que está diseñado a la medida solamente de él’.
El Süddeutsche Zeitung sostuvo que ‘mientras no se dé una señal de vida por parte de Castro, todo el equipo líder está bajo sospecha’, y enfatizó que ‘tanto en La Habana como en Miami se sabe que ese grupo es capaz del mayor encubrimiento de una mentira’.
‘Desde ese punto de vista y mientras no se demuestre lo contrario, Fidel Castro se encuentra inconsciente e incapaz de actuar, o incluso clínicamente muerto’, señaló el Süddeutsche Zeitung.
‘El silencio sirve además para ganar tiempo y para la lucha silenciosa por el poder entre personajes secundarios que están condenados a la ruina’, anotó. 
‘Tranquilidad’, dice Alarcón
La situación en Cuba es de ‘tranquilidad’ y de ‘plena normalidad’ luego del traspaso de los poderes del presidente Castro hace una semana, declaró el el presidente de la Asamblea Nacional cubana, Ricardo Alarcón.
El legislador agregó que si Estados Unidos realiza una invasión, enfrentaría ‘un infierno’, y negó rumores de que Castro estaría muerto.
Expresó que la situación generada a raíz de la operación quirúrgica de Castro y su separación temporal del gobierno, ha servido para ‘reforzar la voluntad de resistencia de nuestro pueblo, el espíritu de solidaridad humana, de unión entre todos, que se está reflejando en la vida cotidiana de todos los cubanos’.
La situación de Cuba es de ‘calma, de tranquilidad, de plena normalidad’, subrayó el dirigente.
En cuanto a las manifestaciones realizadas en Miami, Florida, tras conocerse la noticia de enfermedad de Castro y su alejamiento temporal del poder, Alarcón dijo que se trataba de un ‘espectáculo bochornoso [y] lamentable’.
Sostuvo que esas manifestaciones sirvieron para que ‘la gente recuerde la calaña que gobierna esa ciudad, una minoría, porque no pasaron nunca de unos pocos centenares’.
‘¿Alguien seriamente se imagina que esa gente va a volver a este país?’, preguntó el político.
Detalló que las imágenes de las celebraciones en Miami fueron difundidas en la televisión de Cuba para que a los habitantes de la isla ‘les sirva de recordatorio de la tragedia impensable que tendría que afrontar este pueblo si esos planes [de invasión] del gobierno norteamericano llegaran a cuajar’.
Definitivamente, en ese sentido, el anuncio sobre la incapacidad de Castro fue una ‘trampa magistral’ de propaganda para el régimen cubano.
¿Una nueva Cuba?
Algunos disidentes cubanos, como Oswaldo Payá, consideraron que el padecimiento de Fidel Castro cambió para siempre a este país comunista, al exponer a la influencia de otros un sistema dominado por un hombre durante casi medio siglo.
Todos en la isla se han visto obligados a imaginar cómo sería Cuba sin Castro desde la semana pasada, cuando se anunció que el mandatario se había sometido a una cirugía y que cedía el poder temporalmente, dijo Payá, un activista reconocido internacionalmente.
‘Esta ausencia temporal enfrenta a los cubanos a la realidad posible de una nueva Cuba’, dijo Payá a la agencia Prensa Asociada [AP].
Payá consideró que la mayoría de los cubanos contempla la posibilidad de tener más libertades económicas y una mayor participación en el sistema político.
‘Nadie puede pretender que podemos seguir viviendo igual’, señaló.
Pero pocos activistas, incluido el propio Payá, esperan un cambio drástico en el futuro inmediato, y casi todos han decidido mostrarse discretos en sus actividades para evitar problemas.
La teoría del ensayo
Mientras los exiliados cubanos en Florida tomaron las calles para celebrar, en la isla los disidentes decidieron quedarse en casa, al considerar que era muy pronto para intensificar sus actividades.
Algunos especularon que la gravedad del padecimiento de Castro ha sido exagerada y que la transferencia temporal del poder constituyó un ‘ensayo’ para observar la reacción de la gente.
Muchos no quieren desatar la emoción encendida de los simpatizantes de Castro, preocupados por la posible muerte del líder, mientras que otros tenían miedo al sistema de agentes de seguridad e informantes en los vecindarios.
‘Hay cierta tensión en las calles, un ambiente de desconfianza en la hora de expresarse’, dijo Payá. Los disidentes han adoptado la ‘sabiduría popular de la calle’ y se han mostrado respetuosos y cautos durante este periodo delicado, agregó.
Ni la sombra de Raúl
A ocho días de recibir el mando de la revolución, Raúl Castro, ministro de la Defensa y hermano de Fidel, no aparece en público, pero la cúpula del partido Comunista Cubano asegura que el militar dirige la transición.
Los cubanos, sin embargo, aguardan noticias más precisas sobre la salud del comandante, bajo un clima de tensa calma por la movilización interna contra una posible agresión de Estados Unidos y el exilio de Miami.
Cuba insiste en que la situación está bajo control con Raúl al frente garantizando la continuidad de la revolución socialista, de casi 48 años, con un equipo de seis funcionarios que también fueron designados el 31 de julio por Fidel Castro para dirigir las principales tareas del gobierno.
Castro convalece en un lugar bajo absoluto secreto. El lunes [6 de agosto] se dijo en La Habana que el mandatario se levantó de su cama el viernes, e ingirió un poco de sopa y toronjas, según fuentes próximas, quienes añadieron que la operación se habría realizado la madrugada del 27 de julio.
El vicepresidente Carlos Lage dijo en Bogotá, Colombia, que Castro podría reasumir sus funciones en ‘unas semanas’ y descartó que el dirigente comunista tuviera un cáncer en el estómago.
El diario oficial Granma publicó en primera plana que un amigo de Fidel —cuyo nombre no fue revelado— lo visitó y quedó ‘impresionado’ con la rápida recuperación del enfermo, comparándolo con el árbol Caguairán por su ‘resistencia’ y ‘dureza’.
Pero hasta no ver, no creer.

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