Exteriores tuvo que intervenir para que Castro liberara a un sobrino del disidente Oswaldo Payá
LUIS AYLLÓN ABC
MADRID. El Ministerio de Asuntos Exteriores tuvo que intervenir el domingo para que el régimen de Fidel Castro pusiera en libertad a Adam Mascaró Payá, sobrino del disidente anticastrista Oswaldo Payá, que había sido detenido a su llegada a La Habana, según supo ABC de fuentes diplomáticas.
Hijo de español y de cubana. Adam Mascaró Payá, nacido en Cuba y que reside en España desde hace 25 años, posee la doble nacionalidad -cubana y española- y viajó a La Habana con el pasaporte cubano. Las autoridades de Cuba, como las de otros países, no aceptan la doble nacionalidad, por lo que Mascaró Paya sólo podía viajar a la isla con el pasaporte cubano que, según indicaron sus familiares a ABC, estaba perfectamente en regla, ya que disponía del sello preceptivo exigido por el Gobierno de Castro.
Las mismas fuentes indicaron a este periódico que cuando llegó al aeropuerto de La Habana dispuesto a visitar a sus familiares como había hecho en otras tres ocasiones, el sobrino de Oswaldo Payá, que no tiene ningún tipo de actividad política, fue arrestado por la Policía, alegando que su documentación no estaba en regla.
Después, fue conducido a un centro de detención en La Habana, donde se le tomaron las huellas dactilares y donde pasó la noche. La familia de Adam Mascaró Payá se puso en contacto con el diputado del PP Jorge Moragas, para exponerle su preocupación por lo sucedido y este a su vez trasmitió el problema al secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino Léon.
El «número dos» de Exteriores dio instrucciones a la Embajada española en La Habana para que se interesara por lo que estaba pasando. Las gestiones de la representación diplomática ante el Ministerio cubano de Exteriores surtieron efecto y fue puesto en libertad el mismo domingo.
Las autoridades cubanas, sin embargo, no le permitieron permanecer en su país, donde pensaba quedarse 15 días, y le embarcaron el mismo domingo en un avión con destino a Madrid. El régimen castrista, según las fuentes diplomáticas consultadas, no dio ninguna explicación a la Embajada española sobre los motivos de la detención.