El Señor Felipe Pérez, se quejó ante la Comisión de Derechos Humanos que sesiona en Ginebra, diciendo que la misma había perdido legitimidad y que no era creíble.
Nadie debe aceptar esta afirmación a pesar de que el gobierno de Cuba, no coopera, ni respeta las resoluciones y llamados de esa Comisión para que cesen las violaciones a los derechos de sus ciudadanos. En esa Comisión solo apoyan al gobierno de Cuba aquellos que le aventajan en la violación de esos derechos o que se están entrenando para el totalitarismo.El asunto principal es que allí, en Ginebra, se reconozca la verdad. Y sobre Cuba esta verdad es: que en Cuba sí se violan los derechos humanos sistemáticamente. En cuestiones de Derechos Humanos, la primera obligación del gobierno cubano es responder ante su propio pueblo, que es el que sufre la pobreza y muchas restricciones por la política de no-derechos de este gobierno. Esta realidad no debe silenciarse aunque el Canciller cubano anuncie que no cooperarán con la representante del alto Comisionado. Porque más que una negación a la cooperación con la comunidad internacional, es negar a los cubanos una vida más digna y los cambios que el pueblo quiere y necesita.
Pero no vamos a establecer polémicas, vamos a responder con hechos, que no se discuten. El Canciller Pérez desafió a la comunidad internacional diciendo que “en Cuba no hay y no ha habido nunca una ejecución extrajudicial, un desaparecido, uno solo, que presente alguien el nombre de una madre cubana que busca los restos de su hijo asesinado …. el nombre de un torturado, el nombre de un preso vejado por sus carceleros”.
En primer lugar: ¿puede el Canciller garantizar que si se presentan en Cuba públicamente estas madres y otros testimonios no van a reprimir y amenazar a los testigos y las víctimas? ¿Les permitirán viajar a Ginebra para que puedan responder con la verdad a su desafío?
¿Van a permitir que hagan sus denuncias en los medios de difusión cubanos, que según el Canciller son del pueblo?
En Cuba, sí hay desaparecidos, y se sabe quienes los desaparecieron, estos últimos son héroes para el Gobierno. Hay más de 20 niños asesinados que esperan ser reivindicados y madres y abuelas a las que no se les permitió buscarlos cuando los asesinaron en las costas de La Habana. Hay prisioneros, que se mutilan miembros, que se cortan las venas, que se inyectan petróleo, que se suicidan, ahorcándose para escapar del horror.
Horror muchas veces silencioso en las prisiones cubanas, pero no menos cruel, en las que la norma es el sadismo de sus máximas autoridades y guardias que regulan esta crueldad y la aplican con malsana satisfacción. Allí están los prisioneros comunes y también los políticos, están Los Prisioneros de la Primavera de Cuba.
El canciller hizo este desafío en Ginebra pero fue trasmitido a la teleaudiencia de Cuba, a los millones de ubanos que tienen o han tenido un familiar prisionero por cualquier causa,
a familiares de miles fusilados en juicios sumarios, de las 42 personas asesinadas en el Remolcador 13 de Marzo el 13 de Julio de 1994, de los pilotos asesinados a mansalva el 24 de febrero del 1996 y a los millones de ciudadanos que conocen la arbitrariedad, la corrupción y los abusos de las fuerzas represivas.
¿Permitirán que digan la verdad sin reprimirlos?
El Señor Pérez Roque puede hablar a esa Comisión de la igualdad, pero no debe burlarse así del pueblo cubano, que conoce, ve y sufre, el despotismo de una clase dominante, que teniendo todo el poder, todos los privilegios y todas las riquezas, persigue a la mayoría pobre a la que se le ha convertido en delito la lucha por la supervivencia.
Estamos de acuerdo en su afirmación de que “No hay libertad sin justicia social”, pero cuando se suprime la libertad como su gobierno ha hecho en Cuba, tampoco hay justicia social, pues sobre esa base han construido otra sociedad de ricos y pobres, de privilegiados y excluidos. Por eso y a pesar de las persecuciones, como lo hicieron y hacen con el Proyecto Varela- continuamos generando el Diálogo Nacional a traves del cual la nacion refleja sus aspiraciones.
Desafiamos a los representantes del gobierno cubano, que están allí en Ginebra, a que se atrevan a presentar el Proyecto Varela y el Diálogo Nacional y a que expliquen por qué reprimen esas iniciativas pacíficas.
¿O los van a silenciar como lo han intentado hacer en Cuba? El Canciller dibujó un panorama sombrío al hablar de una supuesta alternativa a las sombras actuales. Allí en Ginebra, igual que lo hacen en Cuba, callan que si existe la alternativa de los cambios pacíficos, que los cubanos van renaciendo en la esperanza al poder visualizar una Cuba mejor para todos,
como la anuncia el Diálogo Nacional.
Construiremos una sociedad donde se eleve la calidad de vida de todos los cubanos, se realice la Reconciliación y por fin disfrutemos vivir en paz. Esa alternativa ya está en marcha, con este Diálogo Nacional, que no excluye a nadie y al que invitamos sinceramente también al Señor Canciller, como invitamos a todos los cubanos.
La Habana, 16 de Marzo de 2005
A Nombre del Consejo Coordinador del Movimiento Cristiano Liberación
Oswaldo José Payá Sardiñas, Minervo Lázaro Chil Siret,
Ernesto Martini Fonseca Flavio Labrador Freige