Zaragoza, 27 de diciembre de 2004
Estimado Ministro,
Le escribo para expresarle mi indignación por las arbitrariedades a las que fui objeto durante el pasado 20 de diciembre en la Ciudad de Santiago de Cuba, a manos de funcionarios de la policía política -la seguridad del estado-de dicho país.
Esa noche fui retenido e interrogado hasta altas horas de la madrugada, sin previa presentación de documentos que justificaran ese proceso, sin tener acceso a la embajada española ni asistencia legal. Mis pertenencias fueron registradas y mi intimidad violada. En ello se quebrantó la legislación cubana, y varios convenios diplomáticos que Usted sin duda conoce.
El motivo de este atropello, que no se me comunicó hasta bien entrado el interrogatorio, es simple: mostrar solidaridad con los demócratas cubanos y varias familias de presos políticos injustamente encarcelados, durante esas visitas y varias anteriores.
Además, al día siguiente, en que debía partir de la isla, los funcionarios de aduana me decomisaron indebidamente varios cuadros de mi propiedad, con una excusa formal pero en clara relación con lo ocurrido. Adjunto lista parcial de cuadros, que espero no ver pronto a la venta en España.
El trámite de ese injusto decomiso me hizo perder mi vuelo y debí comprar otro billete de salida, por supuesto de mi bolsillo.
Creo que todos estos abusos merecen una respuesta firme de su parte, como Ministro que defiende a todos los ciudadanos españoles cuando nos hallamos en el extranjero. Recuerdo que Usted obró con dignidad y buen juicio cuando el diputado Moragas fue expulsado de Cuba, llamando a consultas a la embajadora cubana. Pienso que el atropello en este caso ha sido si cabe mayor, y merece una respuesta al menos semejante. De esta forma sabremos los españoles que nuestros representantes nos amparan, y los funcionarios de países no democráticos se lo pensarán dos veces antes de proceder de forma arbitraria contra ciudadanos españoles.
A modo de reflexión quiero comentarle que los funcionarios de la policía política se mostraron durante el interrogatorio obsesionados con Oswaldo Payá, el Proyecto Varela y el Diálogo Nacional, iniciativas todas ellas que buscan cambios pacíficos desde dentro de Cuba. Interesante que sean precisamente estas iniciativas las que más inquietan al gobierno. Por otro lado, tengo entendido que ha invitado Usted a conversar en breve a una plataforma de opositores cubanos. Creo que es una iniciativa loable, pero me consta que hay varios representantes de grupos relevantes dentro de Cuba que no han sido invitados, por ejemplo el mismo MCL, representado en España por Carlos Alberto Payá. Mi sugerencia es que les escuche Usted a todos, que es lo más justo y lo más democrático. Por otro lado, la AECT estará encantada de visitarle, cuando quiera escuchar a españoles interesados en Cuba. Con ese talante contrastará Usted con el gobierno cubano, que ni dialoga con los cubanos que piensan de otra manera ni, al parecer, tolera que otros dialoguen con ellos. Al contrario, se dedica a encarcelar a los que piensan distinto, y a interrogar a los extranjeros que visitan a los familiares de los encarcelados.
Me tiene Usted –o funcionarios de su ministerio- a su entera disposición,
Atentamente,
Ricardo Carreras Lario
Miembro de la Asociación Española Cuba en Transición (AECT)
Algunos de los cuadros injustamente decomisados por la aduana cubana:
Retrato de Camilo Cienfuegos, de Héctor Molné
Retrato de Ana, de Héctor Molné
Potro, de Héctor Molné
Algarrobo, de Héctor Molné
Retrato de mujer, de Héctor Molné