Cuba, España y la Unión Europea.Por Oswaldo Payá

Agradezco la invitación de la Embajada de España a su fiesta nacional y creo que es una demostración de consideración y reconocimiento hacia personas y movimientos cívicos que defendemos los derechos humanos y buscamos cambios pacíficos hacia la democracia, como parte de la sociedad cubana que somos. No nos extraña puesto que España, a través de su embajada en Cuba, durante casi dos décadas ha mantenido una relación abierta con el pueblo cubano y el pueblo cubano somos todos los cubanos, no solo los sectores oficiales.

Ratificamos nuestro respeto por la decisión que tome cada gobierno de la Unión Europea al respecto. También ratificamos nuestra convicción de que estas invitaciones constituyen un mensaje positivo y solidario hacia el pueblo de Cuba en un asunto tan importante como el trato incluyente y no excluyente de las personas y grupos. Esto nos es un aspecto mas, puesto que la exclusión a los que piensan y tienen el valor de expresarse de manera diferente e inclusive su castigo a altas condenas de prisión, es  una política y una práctica que el gobierno cubano impone en la sociedad cubana. Ni la Unión Europea ni ningún estado o institución puede aceptar estas reglas excluyentes sin caer en contradicción con los valores de la democracia, de los Derechos Humanos y con el debido respeto al pueblo cubano, a sus derechos y su autodeterminación.
Creemos que es el gobierno cubano el que convierte estos gestos de buena voluntad de la Unión Europea hacia el pueblo de Cuba, en un símbolo de alto contenido, al tratar estos gestos como inadmisibles  y demostrar así que la exclusión es parte esencial de este régimen ¿Cual es la perceptiva entonces?

Aceptamos que no deben absolutizarse el valor y la eficacia de los símbolos y gestos, pero  al hablar de perceptivas de una política mas eficaz, debe contarse con la opinión de la oposición pacifica cubana y especialmente con la del gobierno cubano. Porque corresponde entonces a este gobierno definir con transparencia, primero ante su propio pueblo y despajes ante la Unión Europea y el mundo, cual es su perspectiva de mejoramiento de los derechos humanos y de liberación de los prisioneros políticos pacíficos, todos injustamente encarcelados.

En esta clarificación, por muy buena voluntad que tenga, cualquier gobierno o sector  de la sociedad de Europa, no pueden sustituir al gobierno cubano, ni ofrecer esperanzas que el propio gobierno niega a los cubanos.

No corresponde hablar de supuestas sanciones y presiones, donde solo han habido gestos y declaraciones de parte de Europa, aunque de mucho valor moral. No hemos pedido , ni pedimos, medidas de aislamiento que aumenten los sufrimientos del pueblo cubano. Tampoco es justo que se diga que una de las causas de los sufrimientos del pueblo cubano y que la causa de las tensiones  entre el gobierno de Cuba y Europa, es  la Posición Común Europea, que sólo ha pedido el respeto a los derechos d los propios cubano. Si esta inversión de la relación entre los hechos, llega a desplazar el planteamiento realista problema,  lejos de conducir a soluciones pacificas para Cuba, conducirá a una recomposición de relaciones, aparentemente normales con perspectivas ficticias o virtuales, que ignoren el drama del pueblo cubano.

Comprendemos y apreciamos con profunda gratitud, el interés y hasta la pasión que producen en España los asuntos reaccionados con Cuba. No puede ser de otra manera debido a nuestros temperamentos y al amor y la buena voluntad de los españoles hacia nuestro pueblo. Esto nos permite hablar en familia. Comprendemos y celebramos  que la democracia, ya lograda en España, son lógicos y necesarios los debates y las criticas libres sobre todos los temas. Pero mas allá de afinidades ideológicas y de identificaciones y simpatías con partidos y figuras, los cubanos necesitamos que esa buena voluntad y amor por Cuba se traduzca en una búsqueda en común entre españoles y no en una confrontación política interna, Esta confrontación hace mas difícil encontrar la posición de España, que pueda ser mejor para Cuba. Estamos seguros de que esto es posible y que el consenso en lo fundamental permitirá que se manifieste toda la potencialidad solidaria hacia el pueblo cubano.

Este dialogo sobre Cuba, implica un dialogo con Cuba, con todos los sectores de la sociedad cubana. Volvemos a recordar que ya dentro de nuestro país está en marcha el proceso de Dialogo Nacional que no excluye ningún cubano. A este dialogo también esta invitado el gobierno y todos los que están relacionados con este. Sabemos que la mayoría de los cubanos quieren cambios pacíficos hacia la democracia y que tienen muchos interrogantes sobre la transición. Por eso el Dialogo Nacional que hemos comenzado, bajo represión, es un paso definitivo en el que los propios cubanos diseñan la transición y abren las esperanzas de una cambio que ya es inevitable Es este dialogo, el primero que hay que apoyar, sin el que no tiene sentido hablar de dialogo político con Cuba.

 
 Oswaldo José Payá Sardiñas

La Habana  de Octubre de 2004

Movimiento Cristiano Liberación

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