El PP exige al Gobierno un compromiso «firme» con la liberación de los presos políticos cubanos
(Libertad Digital) Moragas reiteró a Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), el apoyo del PP al Proyecto Varela –una iniciativa que pretende hacer el tránsito de la dictadura a la democracia por medio de modificaciones legislativas y referendos populares– y a la propuesta de diálogo nacional que lanzó aquél en el mes de mayo, y de la que saldrá, en febrero de 2005, un Programa de Transición.
Ambos coincidieron en la importancia decisiva del diálogo entre los demócratas de dentro y fuera de la Isla, e insistieron en la idea de que la transición en Cuba sólo será posible desde el compromiso con la democracia y la «defensa inquebrantable» de los derechos humanos.
Conversaciones con Oswaldo Payá y Vladimiro Roca
Moragas devolvió a Payá la placa del Premio Sarajov –galardón que le concedió la Eurocámara en 2002 por su labor en defensa de los derechos humanos–, que el disidente dejó en custodia en Madrid por temor a que se la requisaran las autoridades castristas a la vuelta de su periplo europeo. Asimismo, le regaló un ejemplar de Ocho años de Gobierno, el último libro de José María Aznar, y le entregó una invitación, firmada por Mariano Rajoy, para asistir al XV Congreso Nacional del PP.
Durante su estancia en La Habana el dirigente popular mantuvo contactos con otros opositores a la tiranía castrista, como Vladimiro Roca, líder del Partido Socialdemócrata Cubano, y Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). También visitó a varios familiares de presos políticos, como Blanca Reyes (esposa del poeta y periodista Raúl Rivero, condenado a 20 años de cárcel por los tribunales comunistas en 2003) y Gisela Delgado (esposa de Héctor Palacios, condenado, también en 2003, a 25 años).
En declaraciones a Libertad Digital, Moragas afirmó que la disidencia muestra una “unidad total” en la “exigencia de la inmediata liberación de todos los presos políticos”, cuyos familiares le refirieron “relatos espeluznantes” acerca de las condiciones de reclusión que han de soportar.
La «estrategia» castrista de «traficar con el drama de los presos»
Asimismo, dijo que le han trasladado su honda preocupación por la estrategia del régimen comunista de “traficar con el drama de los presos, liberándolos a cuentagotas, tensando y destensando la cuerda”. El dirigente popular considera que la comunidad internacional debe mostrarse firme en este punto y «no caer” en el juego del dictador Castro.
Por lo que hace a la unidad de acción política de los demócratas de la Isla, Moragas se mostró confiado en que, “en un futuro no muy lejano”, puedan conformar una Mesa “que recuerde a los mejores momentos de (la plataforma) Todos Unidos”.
Sus interlocutores le pidieron que transmitiera al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero su esperanza en que se mantenga “la política de exigencia democrática y compromiso con los derechos humanos” que siguió el Ejecutivo anterior, a cuyo titular, José María Aznar, dedicaron palabras de agradecimiento.
Defensa «clara y firme» de la Posición Común europea ante Castro
En este sentido, Moragas anunció que demandará al Gabinete socialista una defensa “clara y firme” de la Posición Común adoptada por la UE con respecto a la dictadura cubana, así como de la liberación de todos los disidentes encarcelados.
También aludió a esta cuestión en la entrevista que concedió en la capital cubana a la agencia EFE. “Esperemos que el PSOE y el Gobierno no vacilen en este compromiso, de naturaleza europea, de trabajar por la liberación de los presos”, manifestó, para a continuación añadir: “Creo que aquí debemos ser todos muy firmes; que no se confundan ni tampoco confundan a la opinión pública con literatura política que haga referencia al diálogo” con la tiranía castrista.
En la misma entrevista, Moragas lamentó que Herick Campos, diputado y líder de las Juventudes Socialistas, se relacionara “únicamente con la dirigencia oficial” en su reciente visita a la Isla, “sin (entrar) en contacto con la disidencia interna”. “Eso es preocupante”, agregó.