Anunciamos que desde el día de hoy 25 de mayo comenzara a realizarse el Diálogo Nacional que hemos estado preparando en los últimos meses.
En este dialogo pueden participar todos los cubanos, sin exclusiones, vivan dentro o fuera de la isla, sean o no afines o miembros del gobierno y de todas la posiciones políticas, credos religiosos, experiencias, edades y situación social y económica. También deben participar todas las instituciones, organizaciones y grupos, oficiales o no, que quieran aportar sus consideraciones sobre la transición pacifica y sobre todos los aspectos de la vida nacional. Ya hicimos publico el Documento de Trabajo que servirá de base para este dialogo. Este documento no es un programa, sino solamente un instrumento para realizar el proceso y podrá ser criticado y cambiado durante el dialogo. También hacemos publica hoy la Metodología para el Dialogo Nacional, que el Comité Ciudadano Gestor del Proyecto Varela, impulsor de este dialogo, entregara a los que quieran participar. El dialogo se realizara en Círculos de Reflexión y Dialogo que podrán formar espontáneamente los ciudadanos y organizaciones que la soliciten. Las instituciones que quieran hacer algún aporte pueden presentarlas a los organizadores o si lo desean formar Círculos de Reflexión y Dialogo. Aclaramos que participar en el Dialogo Nacional, no implica apoyar el Proyecto Varela.
Lo mas importante es que en este proceso, los propios cubanos diseñaran su Programa de Transición y comenzaran a experimentar la participación democrática y responsable en la definición y preparación del futuro de nuestra sociedad.
Aunque la mayoría lo desea, algunos consideran inalcanzable esa transición pacifica. Pero muchos cubanos toman la determinación de ofrecer a su Patria el aporte solidario para hacer posibles esos cambios pacíficos. Así lo demuestra el hecho de que cada vez son mas los ciudadanos que firman el Proyecto Varela, esa campana por el Referendo que no se detiene y no se va a detener hasta lograr los derechos para todos.
Pero los cubanos se hacen muchas preguntas sobre el futuro y hay muchas incertidumbres. La primera gran angustia es la que les produce la negación permanente del Gobierno a la apertura económica y política. Negación que cierra las puertas del progreso familiar y social e impide el ejercicio de los derechos fundamentales. Esta situación estanca a la mayoría en la pobreza y a una minoría en los mas desproporcionados privilegios, sin perspectivas para los primeros. Por esta razón muchos jóvenes piensan, equivocadamente, que la única forma de lograr un futuro mejor es emigrar, inclusive lanzándose al mar, desgarrándose las familias cada vez mas. Otras angustias e inseguridades las producen las diferentes versiones catastróficas sobre el final de esta etapa, como si no existiera mas alternativa a este inmovilismo que la de la muerte, la violencia, el caos o la intervención extranjera. A esto se sumaria supuestamente la destrucción o negación de todo lo positivo que haya logrado y construido el pueblo cubano con su amor y su trabajo. Es verdad hay un sufrimiento inmenso para los cubanos y que existen graves peligros para el futuro inmediato, pero también como nunca antes la esperanza es mayor. Una esperanza fundada en la determinación de muchos ciudadanos de lograr los cambios pacíficamente y no una espera resignada por la catástrofe, la muerte, o las medidas extranjeras. Una esperanza fundada en la buena voluntad de los propios cubanos. Pero de poco sirve la voluntad si esta atrapada por miedos o intereses. Hay que liberar esa voluntad con el amor para que en este gran movimiento de solidaridad y reconciliación nuestro pueblo supere lo negativo y renazca a una nueva etapa libre independiente y en paz. Así potenciara las inmensas capacidades humanas y naturales con que el creador doto a nuestra Patria.
Estamos llamando a los miembros de las iglesia y a sus pastores a que no nieguen a su pueblo el aporte de su palabra, su cooperación y su participación enriquecedora en este Dialogo Nacional, que es camino de paz hacia la paz y la justicia. También a las instituciones fraternales, a todos los grupos disidentes y especialmente a nuestros hermanos los prisioneros políticos y a sus familiares. No es este un proyecto de un partido, sino un proceso participativo para realizar la esperanza. Pero son los propios cubanos los que deben dar el paso si verdaderamente quieren lograr una vida mejor, aquí en la tierra que Dios nos ha dado como hogar de todos.
Todos los que en el mundo tengan buena voluntad hacia el pueblo de Cuba, lo que deben hacer es apoyarlo en la realización de este Dialogo Nacional. Esta seria la autentica posición de respeto a nuestra soberanía y de solidaridad. Por que los cubanos lo que quieren es cambios pacíficos hacia la democracia y la reconciliación y es a los cubanos a los que corresponde realizarlos.
Comité Ciudadano Gestor del Proyecto Varela
La Habana, 25 de Mayo de 2004
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