Cuba está pasando por momentos especialmente graves. El régimen de Fidel Castro, que detenta el poder desde hace 44 años, ha desatado una oleada represiva de enormes dimensiones: en apenas cuatro días, entre el 18 y el 21 de marzo —no por casualidad, al tiempo que se iniciaban las hostilidades en Irak, con toda la prensa del mundo pendiente del Golfo Pérsico—, 76 disidentes han sido detenidos a lo largo y ancho de la Isla. Son periodistas, poetas, bibliotecarios, pedagogos, sindicalistas, economistas, abogados, políticos, médicos… cubanos todos que se quieren libres en una Cuba libre.
La dictadura, monótona en su discurso tan mendaz como perenne, les acusa de tramar conspiraciones con el enemigo de siempre, pluscuamperfecto en los días que corren: EEUU. Pero lo cierto es que el totalitarismo castrista pretende, con este repunte represivo, aniquilar el valeroso y cada día más potente movimiento cívico cubano, que no ceja de engrosar sus filas y de ganar influencia en el exterior. Buena muestra de esto último es la concesión del Premio Sajarov 2002 del Parlamento Europeo, por su labor en defensa de los Derechos Humanos, a Oswaldo Payá Sardiñas, líder del Movimiento Cristiano Liberación y promotor del exitoso Proyecto Varela, una iniciativa ciudadana que pretende para Cuba un tránsito pacífico pero inmediato, y con la participación de todos los cubanos, hacia la democracia. Oswaldo Payá Sardiñas opta este año al Premio Nobel de la Paz, y el Proyecto Varela, respaldado por la inmensa mayoría de la disidencia, cuenta con el plácet del grueso del exilio, de personalidades tan relevantes como Vaclav Havel y James Carter y de numerosos Parlamentos democráticos de todo el mundo.
Las jornadas negras de marzo han golpeado con especial dureza al Proyecto Varela: más de la mitad de los 76 disidentes detenidos eran coordinadores provinciales o miembros de su Ejecutiva Nacional. También a la prensa independiente, pues el número de periodistas detenidos asciende a 25, entre ellos el renombrado poeta Raúl Rivero, vicepresidente de la Sociedad Interamericana de Prensa.
Los abajo firmantes pedimos al señor Presidente del Gobierno español, don José María Aznar López, que atienda las peticiones de solidaridad que le ha hecho llegar don Oswaldo José Payá Sardiñas, descendiente de españoles, y reclame al dictador Castro la inmediata puesta en libertad de todos los detenidos durante las jornadas negras de marzo, así como la de los centenares de presos políticos que, desde bastante antes, se consumen en las inhumanas cárceles de la Isla. Asimismo, pedimos al Gobierno de España que emita un voto condenatorio del régimen cubano en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y que promueva en el seno de la Unión Europea todo tipo de iniciativas tendentes a una pronta democratización de la República de Cuba. De la misma manera, solicitamos de todos los grupos representados en el Parlamento Español una resolución conjunta de apoyo al Proyecto Varela y condenatoria de la oleada represiva. Por último, queremos hacer un llamamiento a los periodistas, poetas, bibliotecarios, pedagogos, sindicalistas, economistas, abogados, políticos y médicos españoles, y a la ciudadanía en general, para que se adhieran a este manifiesto en solidaridad con el tan castigado, y durante tantos años, noble pueblo cubano.
Madrid, … de … de 2003.
Suscriben este manifiesto
Las jornadas negras de marzo han merecido la condena de todas las organizaciones cubanas del exilio y de numerosos organismos e instituciones, entre los que se cuentan AFL-CIO, Amnistía Internacional, Comité para la Protección de Periodistas, Federación Internacional de Derechos Humanos, Human Rights Watch, Internacional Demócrata de Centro, Internacional Liberal, Internacional Socialista, Organización de Estados Americanos, Reporteros Sin Fronteras, Sociedad Interamericana de Prensa y la Unión Europea.
En Cubanet (www.cubanet.org) puede consultarse la lista de detenidos, así como información de última hora sobre la oleada represiva; información transmitida por los periodistas independientes que aún no han sido encarcelados.